No te alejes, no lo hagas; de tantas personas que uno tiene el gusto y disgusto de conocer, eras tú a quien desearía conocer más. Dónde estás, acaso te escondes, al menos verte aliviaría esta sensación, escucharte, imaginarte, ya ni tu sombra se siente, te fuiste simplemente te cansaste, como todo persona que espera sin recibir respuesta, recordarte, casi no queda nada, déjame mirar una vez más tu sonrisa de cerca, permite ver tu mirada una vez más, ¿dónde estás?, ¿qué haces?.
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
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