-Hola, que gusto verte bien, no imaginaba encontrarte aquí, (cómo se logra ese nivel de olvido, tal vez el problema sea solo mio, la celeridad de mis emociones suelen jugar en mi contra casi siempre y después la memoria no es compasible conmigo cuando de borrar historias se trata, día a día re vive cada instante cada sensación, yo no se que hacer, le invito un poco de café para evitar todo tipo de impulso de llamarte, de ir te a buscar, no es fácil , hay ocasiones en donde me cuesta más que otras, pero bien, esto no lo hubiera aprendido de no ser por ti.)
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
Comentarios
Publicar un comentario