No hagas nada, pero nada desde el enojo, no te permitas actuar impulsada por la ira. Respira, respira, ya verás como si eres capaz de controlar ese sentimiento, ojo no es lo mismo que reprimir.
Hay momentos de decisiones inmediatas, ya que antes de que puedas siquiera contextualizar requieren respuesta, y por eso siempre valdrá la pena creer que tenemos la capacidad de responder para nuestro mayor bien. Cuando la desilusión te golpea, es difícil volver a ilusionarse sin que el miedo tenga presencia, ya que de por si la incertidumbre da miedo. Alguna vez leí que es mejor equivocarse y arriesgarse con la persona incorrecta, que no intentarlo y dejar ir a la persona correcta, así que, con todo, sino, para qué.
Comentarios
Publicar un comentario