Hoy por hoy también hay lágrimas, a veces me pongo a agradecer por la bendición de tener a mi familia, de como me han ayudado, querido, amado, apoyado; y no miento, me desbordo de alegría y gratitud, y es imposible no creer en la fortuna que tengo, en la generosidad de Dios, del Cosmo.
Hay momentos de decisiones inmediatas, ya que antes de que puedas siquiera contextualizar requieren respuesta, y por eso siempre valdrá la pena creer que tenemos la capacidad de responder para nuestro mayor bien. Cuando la desilusión te golpea, es difícil volver a ilusionarse sin que el miedo tenga presencia, ya que de por si la incertidumbre da miedo. Alguna vez leí que es mejor equivocarse y arriesgarse con la persona incorrecta, que no intentarlo y dejar ir a la persona correcta, así que, con todo, sino, para qué.
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