Planta esa semilla, aún cuando parezca que solo es una y no habrá diferencia, el tiempo va a sorprenderte de una manera tan mágica; mostrándote como el universo nos escucha, nos acompaña y bendice, aquella semilla ahora se multiplica y lo que parecía lejano verá su primer rayito luz, confía, y una vez más, aún cuando parezca que no hará diferencia, hazlo, siembra siempre.
Como si vivieramos toda la vida, como si fuéramos a quedarnos en un mismo sitio para siempre, como si el tiempo podría regresar, como si el arrepentimiento y el miedo no fueran sombras que se ven, se sienten pero no se pueden tocar, como si el mañana estuviera seguro, como si en el ayer podríamos encontrar la forma de cambiar las cosas, las oportunidades son un regalo tan bonito de la vida, pero que solo la valentía las puede tomar, de que sirve comprar todos los boletos si al final uno decide que es mejor no abordar, y no precisamente por un bien mayor. A veces lo que perdemos es tan evidente, que es imposible no darnos cuenta de lo perdido, pero qué tal si en otras ocasiones perdemos más, y no lo sabemos, ya que hay caminos que no se conectaron jamás...
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