Era un día casual, yo caminaba todo era común ninguna razón era lo suficientemente buena para despertar con pie derecho no comí en la mañana corrí sin demora hacia mi destino se me olvido saludar al vecino que importaba ya, el autobús esperaba mi fugaz llegada. No quería que aparecieras no sabia en donde esconderme para no verte quien eras, como ocultarme de alguien a quien aún no conocía. A veces todo intento es en vano ante las leyes de la naturaleza. Hoy solo sonrió contigo.
El gusto por caminar y aprender...