No te alejes, no lo hagas; de tantas personas que uno tiene el gusto y disgusto de conocer, eras tú a quien desearía conocer más. Dónde estás, acaso te escondes, al menos verte aliviaría esta sensación, escucharte, imaginarte, ya ni tu sombra se siente, te fuiste simplemente te cansaste, como todo persona que espera sin recibir respuesta, recordarte, casi no queda nada, déjame mirar una vez más tu sonrisa de cerca, permite ver tu mirada una vez más, ¿dónde estás?, ¿qué haces?.
Una sensación agridulce de agradecimiento, por un lado quisiera expresarlo a todo pulmón, y por el otro, solo hay cabida para el rencor y enojo; me imagino, cuáles hubieran sido mis circunstancias actuales sin esa mano tendida y sin esas palabras alentadoras… Y luego llegan pensamientos que hacen resonancia a un popular refrán, lo que hacemos con las manos, a veces lo vamos borrando con el codo.
Comentarios
Publicar un comentario