Debe existir un inicio, todo tiene un punto de partida, a veces resulta demasiado sencillo darse cuenta, y cuando esto no es así, claro que se vuelve un problema, hay que procurar mantener la calma, la cordura y la sencillez en estos casos, no todas las preguntas son respondidas a tiempo, incluso hay interrogantes que nunca dejaran de ser lo, lo importante es avanzar, ser feliz, valorar el hoy y sobre todo las bendiciones que tenemos, siempre siempre en mi recorrerá esa pregunta del billón, ¿por qué la maldad?
Una sensación agridulce de agradecimiento, por un lado quisiera expresarlo a todo pulmón, y por el otro, solo hay cabida para el rencor y enojo; me imagino, cuáles hubieran sido mis circunstancias actuales sin esa mano tendida y sin esas palabras alentadoras… Y luego llegan pensamientos que hacen resonancia a un popular refrán, lo que hacemos con las manos, a veces lo vamos borrando con el codo.
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