A veces el espacio que existe entre lo bueno y malo, no guarda constancia con lo que uno hace o dice, y justo en ese momento empieza la batalla, hay que ser suficientemente inteligentes, para sobrevivir y no desmayar, asumir con alegría y sabiduría las cosas, crecer, crecer.
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
Comentarios
Publicar un comentario