El 8 de marzo es una vil hipocresía, del mercado capitalista no sorprende, del sistema patriarcal mucho menos, de quienes si sorprende, son de todas aquellas personas que dicen “luchar por una equidad”, que no sienten, que no quieren y mucho menos buscan, pero que para su mala suerte, en el discurso suena tan profunda.
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
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