Hay un motor dentro de ti, lo veas o no, está incrustado en tu corazón; y éste revolotea cada vez que un sueño se acerca, escuchalo, no le temas, hay caminos que deben recorrerse con nuestra soledad, aquella que endulza, equilibra, acompaña e ilumina.
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
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