No les pasa que de pronto las cosas se acomodan, no me refiero a que vuelven al mismo sitio, sino simplemente encuentran un nuevo lugar, aprendí que aunque las cosas que más me gustaban de mí no serán igual, esto, no necesariamente es malo, nada más es nuevo.
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
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