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 Declaro que tengo muchos textos en borradores, muchos otros en discos duros que seguramente nunca más encontraré, también guardo escritos tan privados que ya ni las claves conservó, sin embargo, desde hace tiempo que tenía un texto especial sin finalizar, a veces lo empezaba y al cabo de unas horas mi corazón me suplicaba parar, en otras en cambio, mi cabeza parecía una tormenta de pensamientos que solo golpeaban, atorando más y más las ideas, de vez en cuando llegaban unas ráfagas de motivación para escribir cartas y cartas, las cuales por supuesto llenaban la pantalla de letras, pero mi alma seguía secuestrada; por lo cual, confirmaba una vez más que aunque los versos rimen, no siempre dicen la verdad.

De tantas vueltas vivas, me dedique a dormir, agradecer, llorar, leer, reir, sonreir, cantar, aprender, mirar, contemplar, admirar, palpitar, respirar, caminar, trabajar, meditar, explorar, adivinar, pedir, confiar, madrugar, recordar, querer, cuidar, escuchar, enterrar, desenterrar, cocinar, barrer, arreglar, cambiar, decorar, crear, googlear, ciclear, viajar, conocer, bailar, conversar, llamar, acompañar, amar, pagar, likear, perdonar, entender, invitar, gritar, aplaudir, volver, renacer, reconciliar, despeinar, abrazar, beber, pintar, dibujar, decretar, centrar, agradecer, enfocar, afirmar, callar, abrir, cerrar, y la lista es aún más grande, y aquello me alegra inmensamente,  porqué desde hace tantos años, que tengo la posibilidad de hacer tooooodooooo eso y más, y lo hacía, pero  a veces aunque estaba en primera fila, lo deje de disfrutar, de conectar, por eso yo digo que, si de causalidad lees esto, hazlo todo, con tu corazòn bien valiente, tu mente muy sana y el espíritu muy expandido, no dejes por favor, de ver el cielo azul jamás, o escuchar tu música de happy-hour, ya que si algo puedo asegurar es que te empiezas a desconectar de a poco a poco, exacto, asi como dejas de querer, y en ambos casos si no estas en conciencia vas al abismo de esos terrenos negros sin tu mochila de guerrera…