Hoy por hoy también hay lágrimas, a veces me pongo a agradecer por la bendición de tener a mi familia, de como me han ayudado, querido, amado, apoyado; y no miento, me desbordo de alegría y gratitud, y es imposible no creer en la fortuna que tengo, en la generosidad de Dios, del Cosmo.
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
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