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Caos en Orden (1/2)

"... empieza por tender tu cama", esta frase la escuche no hace menos de 15 años, y en aquella ocasión me parecía bastante escueta, ¡y es que imaginar!, había tantos problemas en el mundo:  Desnutrición, explotación infantil, cambio climático,  violencia de género, privatización en la educación, entre otros muchos; a quién se le ocurre, que lo importante primero para cambiar al mundo es que, al levantarte acomodes tu cama en la cual has descansado plácidamente; mientras que en las calles mucha gente ni siquiera una cobija, simplemente me parecía una proposición bastante desatinada.

Ahora, mirando con perspectiva, y tratando de encontrar ese estado de iluminación de aquella persona que la escribió, no puedo sentir más que admiración, entender cómo cada acción repercute en el todo, como cada pensamiento y vibración hace resonancia, "como es adentro es afuera",  otro concepto al que nunca prestaba mayor atención, y vaya a saber uno porqué, pero con conocimiento de causa, los hábitos definitivamente te construyen o te destruyen, tu pequeño hábitat o te recarga o de descarga.

En una temporada de mi vida, decidí inconscientemente saciar todos los caprichos materias que alguna vez reprimi, y es que, el consumismo es la única alternativa que en un estado de embriaguez egótica encuentras, el problema es que siempre vas a necesitar o sentir que necesitas más, y como alguna ocasión escuche, no se puede llenar un vacío interno desde el exterior, pero el modelo económico nos hace pensar que al menos por unos instantes ese placer, ese gozo de comprar vale la pena, y nuestra gratifica inmediata nos puede gobernar hasta un punto de inconscia total. Aquello se puede corroborar con gran facilidad, comprar, comprar y olvidar lo que verdaderamente es esencial, perdí la valoración de los detalles, de las cosas que aunque suene a cliché no se pueden comprar, la ola voraz de adquisición te dice que estas en el camino, pero realmente ya estas fuera de él. Y hasta que vuelve el valor de las cosas, de lo esencial, de lo que te genera como dice Mary Condo felicidad (La magia del orden), puedes entender lo que el hiperconsumo también trae a tu vida, tener más, va a necesitar más espacio, más tiempo para ordenar, más energía, más y más, y yo fui derechito al mundo del desorden, pues segun yo al día le faltaban al menos unas cuantas horas: trabajar, viajar, ¨salvar el mundo¨, pareja, amigos, ¨mis suenos¨, etc, etc, y como soy de las personas que si hace algo, lo hace a cabalidad, el desorden en mi fue monumental, por eso refuerzo la teoría: Como es adentro es afuera; internamente yo me había desconectado de mi en más de un aspecto, y si toleraba tanto desbarajuste externo, no había que ser genia para ver la Ley de Correspondencia que estaba proyectando. 

En un instante de mi vida, no se que hubiera hecho si el mismo Ángel Negro (sí como la canción) me proponía retroceder el tiempo, sentía y pensaba que la solución para acomodar el caos que se había desatado en esos instantes (años atrás) no tenía salvación más que usar la máquina del tiempo, la cual lógicamente no existe (al menos en este Universo), pero para comprobar una vez más como las emociones le pueden ganar al intelecto para mantener viva la fe, suplique a todas las fuerzas, baraja tantos momentos en donde una pequeña acción mía, podía hacer toda la realidad diferente, venia en cada día del pasado una oportunidad de cambiar todo el presente, lo cual se volvió una auténtica tortura, pues no miraba con predisposición de aprender, nada de eso, lo miramos como víctima, o condena a una vida de marcas y cicatrices, con desesperanza, la distinción con la que observamos las cosas nos imponen un: No vemos las cosas como son sino como somos, o en cómo creemos que somos en ese instante. 

                          (continuará...)

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