No hay tiempo de reflexiones profundas para quienes "celebran su día" trabajando, labrando la tierra; mientras unos(as) y otros(as) aluden, felicitan y obsequian, la mujer trabajadora sigue luchando, ejerciendo con valentía los papeles de abuela, madre, hermana, tía, sobrina, prima, amiga, y demás.
Si quieres ver más luces brillando, necesitamos que la oscuridad tenga la medida exacta, y la verdad es la llama... Qué valiente es la gente que nos permite asomarnos a su vulnerabilidad: leerlos nos sana y, mejor aún, acompaña a almas que necesitan abrigo.
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