Cuando todo sube rápido, de alguna forma, las cosas se paralizan, es como que dejas de ser tú, ya no fluyes y las letras ya no soy tuyas, están condicionadas a las críticas, ancladas a si lograrás superar la tendencia anterior, si gustaran más o no, es un círculo de horror, y no iba a permitir bajo ninguna circunstancia que mi creatividad sea encarcelada, deje de escribir porqué no lo hacía desde la libertad, pare la constancia en público y la seguí en privado, no es posible que los mismos espacios que nos sirven para unirnos y conectarnos nos desdibujen, nos distorsionen las emociones, nos hagan sentir el peso de los demás, tratar de llenar las expectativas del resto y olvidar lo bonito, liberador y amoroso que es escribir. Ahora más serena y conectada conmigo, está historia continuará… :)
Como si vivieramos toda la vida, como si fuéramos a quedarnos en un mismo sitio para siempre, como si el tiempo podría regresar, como si el arrepentimiento y el miedo no fueran sombras que se ven, se sienten pero no se pueden tocar, como si el mañana estuviera seguro, como si en el ayer podríamos encontrar la forma de cambiar las cosas, las oportunidades son un regalo tan bonito de la vida, pero que solo la valentía las puede tomar, de que sirve comprar todos los boletos si al final uno decide que es mejor no abordar, y no precisamente por un bien mayor. A veces lo que perdemos es tan evidente, que es imposible no darnos cuenta de lo perdido, pero qué tal si en otras ocasiones perdemos más, y no lo sabemos, ya que hay caminos que no se conectaron jamás...
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