Cuando se termina la libertad, o cuando verdaderamente empieza...
Hay tantos y tantos momentos que consciente o inconscientemente decicimos elegirnos o elegir a los demás.
Cuando realmente elegimos algo, cuando lo hacemos sin que se nos cruce por la cabeza, un "que van a decir", "que van a pensar", "que van a opinar", sin que al menos unos segundos no se pongan en la mesa de las decisiones la "gente".
Admiro a personas, y se que no hay perfección en ellas, pero cuan hermoso es su pensar, su manera de actuar, su humildad y el buen trato, en estos días he tenido muy en mente a un académico que sembró en mí una semilla de inspiración, que cuando llegan momentos retadores y mi presencia esta en conciencia, elijo alimentarme de su ejemplo.
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