Y después de todo una aprende que lo malo, no se lo hacen a los demás se lo hace a uno mismo, y que cuando uno tira la piedra para que el vidrio de la ventana se rompa,no es el vidrio quien sufre ni llora son las personas que necesitaban de el, si hablas mal de las personas eres tu el principal afectado, a la gente al final de cuentas no les importa la opinión de esa clase de personajes.
Como si vivieramos toda la vida, como si fuéramos a quedarnos en un mismo sitio para siempre, como si el tiempo podría regresar, como si el arrepentimiento y el miedo no fueran sombras que se ven, se sienten pero no se pueden tocar, como si el mañana estuviera seguro, como si en el ayer podríamos encontrar la forma de cambiar las cosas, las oportunidades son un regalo tan bonito de la vida, pero que solo la valentía las puede tomar, de que sirve comprar todos los boletos si al final uno decide que es mejor no abordar, y no precisamente por un bien mayor. A veces lo que perdemos es tan evidente, que es imposible no darnos cuenta de lo perdido, pero qué tal si en otras ocasiones perdemos más, y no lo sabemos, ya que hay caminos que no se conectaron jamás...
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