Los verdaderos diamantes se esconden entre las mejores imitaciones, no hay mejor lugar para esconderlos que entre falsas joyas; solo quién las fabrica es capaz de distinguirlas entre sí, así también ocurre con los gestos, solo aquélla persona que los muestra conoce cuán sincera es cada acción. Por eso el sabor de amargura, no siempre es igual, para toda ingratitud...
Hay momentos de decisiones inmediatas, ya que antes de que puedas siquiera contextualizar requieren respuesta, y por eso siempre valdrá la pena creer que tenemos la capacidad de responder para nuestro mayor bien. Cuando la desilusión te golpea, es difícil volver a ilusionarse sin que el miedo tenga presencia, ya que de por si la incertidumbre da miedo. Alguna vez leí que es mejor equivocarse y arriesgarse con la persona incorrecta, que no intentarlo y dejar ir a la persona correcta, así que, con todo, sino, para qué.
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