Somos desde que recuerdo compañeros,
Aunque sin hablarte te entendía,
Siempre escuche de ti.
En mil formas te han nombrado,
A veces quizás peleábamos,
No entendía que hacía el reloj contigo,
En días solo sentía que corríamos por caminos opuestos.
En ocasiones pensaba que la velocidad era tu segundo nombre.
Son tantas emociones, que por un buen intervalo deje de escribir, que hoy no encuentro letra que calce.
Y hoy voy a disculparme, por la enemistad.
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