Ir al contenido principal

Human


La relativa sensación del tiempo, porqué en momentos parece que ha pasado toda una vida, mientras que en otros instantes pinta solo un ayer, hace poco más de un año, al otro lado del Atlántico en un cuarto sin rayos de sol, acostada en mi cama, mirando al techo, pensaba en círculos sin lograr entender cuando transforme a mi vida en el “desastre” que me habitaba y del cual no podía huir, sentí esas emociones tan desconocidas, que siempre creía entenderlas pero que estaba muy lejos de ser verdad, me preguntaba por qué, buscaba el origen de todo, cómo cuándo crees que si hallas de dónde proviene una fuga de agua todo podrá ser controlado, pero nada de eso pasaba, pues mientras más quería dejar de cavar más profundo parecía caía, aquel pastel donde dividías los aspectos de la vida estaban  mezclados, aquella metáfora de la mesa en donde si una pata está mal hay que procurar que no afecta a la estabilidad de lo que está encima, pero quien en su sano juicio puede pensar que se puede avanzar de esa forma, llegar a un lugar en el cual te sentías tan ajena, caminar y sentir que el peso de tu propia sobre exigencia te había quitado el presente, porqué no concebías el futuro sin estar allí y que ahora el estar ahí se volvía el calvario más gris, y lo peor de todo no entender porqué te sientes así, porqué de pronto nada tiene sentido, y sin embargo, tener que continuar levantándote todas las mañanas hacer tareas que en un mejor estado anímico no demoraría tantas horas, lo cual ahondaba más tu malestar, pues en esos momentos la capacidad de controlar la ansiedad que provocaban los malos sentimientos era algo realmente imposible, comenzar a dudar si todo lo que  has hecho hasta ahora, ha sido lo que realmente has querido, o simplemente nunca estuviste despierta y te creaste un espejismo, pensando que no seguías la corriente, cuando ya navegabas en ella, tenia tantas dudas y miedos, rebobina en mi mente si la carrera en la que por decisión propia me había enrumbado hace tantos años fue un genuino querer o sabiendo lo que siempre me ha gustado pese otras cosas, y luego las amistades había sido esa gran amiga, o cuantas veces fallé o me fallaron y no lo asimilé de la forma legítimamente humana que debí, o juzgue aún sin ser consiente, también me recordaba  a los amores que nunca habían pesando tan increíblemente amargo, como el último, y tú rol como hija, tía, prima y demás, el cuestionamiento de que tan humana era, pero sin lugar a duda lo que más me ahogaba era el estar ahí, lo cual resultaba paradójico, pues aquello se dio de la forma deseada, no obstante ahora se estaba convirtiendo en el principal motivo de desasociego, pues como dice la gran sabiduría de la existencia, la felicidad es el camino y disfrutar mientras llegas a donde quieres es lo que le va dando contenido a la vida, pero si te empeñas en llegar a la meta y te olvidas de lo demás, entonces tocar la cima no llenará el vacío que vas generando; tenia un tsunami atravesándose por mi vida y yo ya no sabía si quería nadar, en ocasiones el “buen juicio” no sirve mas que para aniquilarte por dentro, y aún así, día a día seguir levantándote a hacer tareas que nuevamente te demoraban y desmotivan más, sin poder salir a respirar un nuevo aire, sin poder comer algo distinto a algo express, sin poder abrazar un árbol, un encierro que lo vivíamos en todo el planeta, la vida se resumía a noticias de cifras diarias, y así el tiempo seguía y yo con el, tratando de encontrar el tornillo que había que ajustar para que el barco pueda seguir y no termine perdida en el inmenso mar. No sé explicar lo perdida que me sentía, o la impotencia de no poder contarle a nadie pues no sabía  por dónde empezar, así pasaron los días, a veces menos dolorosos que otros, pero no más fáciles. Y así, en unas de esas exploraciones de podcasts, series, libros, textos y canciones llego esta gran melodía que fue como ver tierra a lo lejos, se unió el cielo y el infierno en mi, y me parecía un “dejavú”, a veces a modo de broma decía: solo soy un ser humano, pero nunca desde la consciencia de lo que realmente contemplaba, escuchaba cada fragmento de esta canción y no paraba de llorar y de comprenderme, tantos y tantos años de mi existencia humana planetaria y apenas iba entendiéndome desde el interior más profundo, me la dedicaba una y otra vez, verme tan perfecta imperfecta sin disfraces, sin condiciones, tan humana, sacar todo lo que no sabía qué guardé durante 2 décadas, si bien no fue una varita mágica que mejoró todo al instante, si me mostró un camino, aquel que necesita para no renunciar, luego poco a poco fui comprendiendo que soy todo y nada, que somos seres tan increíblemente poderosos y al mismo tiempo mínimos frente a la inmensa Divinidad, pffff integrar la ambivalencia, empezar a confiar nuevamente, a querer vivir, vivir de verdad de nuevo, como antes, aunque sabes que nada sería igual lo cual levantaba sentimientos de tristeza y ansiedad, pero ya no quería círculos viciosos en mi, así que trataba de avanzar, con el pasar del tiempo el círculo era más y más pequeño. Y saben qué, puedo con todo, pero soy un ser humano, aprendí que el sentido de humanidad empiezo por dármelo a mí. Gracias Criss, por dejarme ver vulnerable y quitar de mi ese peso de siempre soportar el peso del mundo, para desde entonces fluir en altas frecuencias y en consciencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dudar

 Como si vivieramos toda la vida, como si fuéramos a quedarnos en un mismo sitio para siempre, como si el tiempo podría regresar, como si el arrepentimiento y el miedo no fueran sombras que se ven, se sienten pero no se pueden tocar, como si el mañana estuviera seguro, como si en el ayer podríamos encontrar la forma de cambiar las cosas, las oportunidades son un regalo tan bonito de la vida, pero que solo la valentía las puede tomar, de que sirve comprar todos los boletos si al final uno decide que es mejor no abordar, y no precisamente por un bien mayor. A veces lo que perdemos es tan evidente, que es imposible no darnos cuenta de lo perdido, pero qué tal si en otras ocasiones perdemos más, y no lo sabemos, ya que hay caminos que no se conectaron jamás...

In this moment

 Hay una gran coincidencia cuando uno se detiene a pensar, y es que la mirada casi siempre se coloca hacia arriba, y queda un tanto extraviada en el cielo, y en otras ocasiones en el techo, que fácil se vuelve estar en el ahora cuando sientes el abrigo de tu respiración, la compañía de un libro y una emblemática canción, mientras los ojos contemplan el espacio blanco.