Tan natural es querer convertirnos en el número uno,
que en el fondo todos conocemos el fin del otro,
pero vivimos en una época contradictoria
donde ya no nos mostrarnos como somos,
empezamos a camuflar nuestras locas ideas
nuestros finos pensamientos...
Por alguna extraña razón, no alimentamos
nuestra esencia que de a poco desvanece.
No volamos, caminamos por la sombra
para que nadie conozca nuestro camino.
Ya no hablamos de manera grupal
estamos salvando nuestra conciencia
de este mundo que a veces se vuelve imposible.
Es difícil luchar por todos ( no todos quieren hacerlo),
decirlo de esta forma es egoísta,
pero no sería mejor enfrentar ese hecho, que negarlo.
En ciertos momentos, en ciertos días
y en ciertas situaciones son evidentes las escasas
razones que tenemos para comprender
los cientos de mundos que hay en cada persona.
Avanzar colectivamente no significa todos por
el mismo camino, todos por la misma senda;
Representa la oportunidad de hacerlo por igual,
en el mismo tiempo y espacio.
Trabajar en acciones constructivas es un reto, “el yo humano y el yo espiritual”,
son los primeros en lograr una reconciliación.
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