Solía pensar que cuando termine de liberarme de aquellas cosas que quebraron mi corazón, ya no volvería a sentir esta sensación de extravío, que estos instantes donde el camino no se distingue y los ojos se llenan de agua, serían lejanos. Nadie nada tanto para al final regresar a donde empezó, por miedo a no enfrentar lo que siente; supongo que a veces fue más cómodo pensar que cuando llegaba está sensación, los desamores o desilusiones eran los motivos. No sé cuándo ni cómo, pero de alguna forma la sensación de pérdida se instaló en su lugar. Hoy me veo cara a cara y siento que a pesar de valorar grandemente este milagro que es la vida, falta convicción para accionar en armonía con lo que quiero, porque somos un agente, algo así como un agricultor/a. En la agricultura, alguien hace el surco, pone el abono, toma las semillas y las coloca en la tierra para que sean cubiertas, y casi siempre el agua está a cargo del cielo, salvo excepciones donde el regadío lo hace alguien. Luego como n
Hoy, tuve un sueño algo extraño, vi a alguien y sentí que ha dejado de quererme, y aunque el ego quiso liderar la situación emocional, lo hizo la lógica y el bien común, porque hace tiempo también dejé de extrañar y anhelar su vida en la mía. Me pareció más que justo; al menos al final logramos volver a coincidir en algo. En momento pasados muchas cosas quedaban por “cobrar”, reclamar, liberar, pero son de esas “deudas” a las que tienes que aprender, y aprendí a renunciar. Porqué todo es una elección, y no se puede tener todo a la vez, y no porqué nos opongamos a la abundancia; sino todo lo contrario. Hay cosas que son incompatibles: No se puede querer paz mientras se guardan y engordan rencores, querer vivir en el aquí y ahora, y quedarte atascada en el ayer, en el pasado. Y siempre me gusta poner un punto de orden, para que eso no sea un invitación a dejar de pedir y exigir justicia cuando se deba, hay líneas muy delgadas pero no invisibles. Al final es muy loco cómo los senti